La boda de Mar fue especial, por el entorno, por lo que nos pidió y por ella. Fue un placer trabajar en el Palacio de Rubianes.
El hilo conductor de toda la decoración eran los brezos y las cestas. Los pusimos tanto fuera como dentro en las mesas, así como en la decoración de la ceremonia.
La ceremonia la decoramos con bolas de musgo sobre tiestos de barro y paniculata rosa, una monada :)
Para la mesa de la celebración de la boda, seguimos con el mismo concepto de musgo y paniculata rosa.
Y por último su ramo de novia, de astilbe rosa y blanco. Todo un acierto para seguir con la misma idea de decoración.
Muá